Crear una familia: ¿cómo prepararse para la llegada de un bebé?
Para algunas personas, convertirse en padre o madre puede suponer un gran cambio en sus vidas. No importa si eres madre soltera, una pareja lesbiana o una pareja heterosexual: tener un bebé es un momento maravilloso a la par que duro. Existen algunas cosas que merece la pena preparar, tanto mental como físicamente, antes de tener al bebé. Prepararse adecuadamente es muy recomendable ya que, llegado el momento, lo único que querrás será pasar tiempo con tu bebé y dormir todo lo que puedas. En este artículo te facilitamos algunos consejos sobre cómo prepararte para la llegada de un bebé y te damos ejemplos de cosas que merece la pena saber y de qué conviene preparar antes de que vuelvas a casa con tu recién nacido en brazos.
Cómo prepararse para la llegada de un bebé
Tu bebé estará aquí antes de que te des cuenta. Será un momento excitante y soporífero por igual. Por este motivo es conveniente analizar cómo prepararse para la llegada del bebé antes de que esté aquí. Hay una serie de cosas que es mejor preparar antes de que el bebé esté aquí.
Puede tratarse, por ejemplo, de lo siguiente:
- Preparar un espacio para que duerma el bebé. Durante las primeras semanas, es probable que paséis mucho tiempo en contacto piel con piel ya que el bebé se dormirá sobre tu pecho o el de tu pareja. El Ministerio de salud danés recomienda no dormirse nunca con un bebé encima. Por ello, es preferible colocar al bebé en la cuna cuando vayas a dormir o cuando se te estén cerrando los ojos. Al estar piel con piel, el calor puede aumentar ya que el calor que desprende tu cuerpo ayuda a mantener estable la temperatura de tu bebé. Debes estar despierta para valorar si el bebé tiene demasiado calor cuando estáis tumbados juntos. Además de mantener estable la temperatura del bebé, el contacto piel con piel tiene otros beneficios, entre ellos, mantiene estable el nivel de glucosa en sangre, ayuda a aumentar la producción de leche, fomenta el apego, reduce los lloros y libera oxitocina, la hormona del placer, tanto en el bebé como en la madre.
- Alimentación. No hay duda alguna de que cocinar no es una prioridad una vez ha nacido el bebé. La mayor parte del día se pasa estando con el bebé, dándole el pecho, cambiando pañales y durmiendo. Por eso puede ser una buena idea preparar comida y congelarla para tenerla lista para cuando haya llegado el bebé. Es fácil y rápido. No dudes en pedir ayuda a tu familia o amigos tanto para cocinar como para hacer las labores de casa. En especial si eres madre soltera, es importante recibir ayuda de amigos y familiares. Estarán encantados de ayudar. La mayoría de las personas saben que los primeros momentos con un recién nacido pueden ser impresionantes, pero también duros.
- Hogar. Es algo fundamental. Es importante preparar tu hogar y crear un ambiente acogedor para la llegada del bebé, de forma que no tengas que limpiar ni ordenar cuando regreses. Lo mejor es encontrar la casa limpia y arreglada cuando vuelvas, para que simplemente te puedas relajar y dormir sin ningún estrés.
- Preparar las cosas del bebé. Tal vez esta sea una de las cosas más emocionantes de la preparación para la llegada del bebé. Es conveniente comprobar que toda la ropa del bebé se ha lavado y está preparada. Es necesario comprar pañales pequeños y hacerse con un cambiador. Algunas personas quieren preparar la habitación del bebé antes de que llegue. En mi opinión, esta no es la parte más importante ya que es probable que, al principio, el bebé duerma contigo, preferiblemente en una cuna junto a tu cama. Así te resultará sencillo coger al bebé por la noche para darle el pecho y cambiarle el pañal sin necesidad de despertarte demasiado. Además, durante los primeros meses el bebé no va a utilizar su habitación puesto que se pasará el día comiendo y durmiendo.
- Montar una silla de seguridad en el coche. Es importante tener una silla de seguridad ya que es ilegal y peligroso conducir con un bebé que no esté asegurado. Es conveniente preparar la silla de seguridad unas semanas antes de salir de cuentas para que esta parte esté preparada por si el bebé se adelanta.
Lactancia materna: ¿un trabajo a tiempo completo?
Como ya hemos mencionado, el bebé dedicará la mayor parte del tiempo a comer y a dormir y, al principio, es raro que permanezca despierto. El bebé debe lactar a demanda y se le debe ofrecer el pecho siempre que tenga hambre. Hace algunos años, la norma era que el bebé tenía que comer solo cada 3 o 4 horas. Pero esto es un error.
Un bebé debe poder acceder libremente al pecho y a la leche, ya que la lactancia materna no solo alimenta al bebé. La lactancia materna tiene otros muchos beneficios y, entre otras cosas, puede reconfortar al bebé si no puede dormir, si está enfadado y si, simplemente, necesita estar a tu lado. Es importante no privar nunca al bebé de tomar el pecho. No es para nada extraño que mame cada hora o incluso más. En primer lugar, esto se debe a que el estómago de un recién nacido no tiene cabida para grandes cantidad de alimento. Por eso, darle el pecho con frecuencia es en realidad necesario.
En segundo lugar, la leche materna se digiere muy rápidamente, así que para mantener estable la glucosa en sangre del bebé, este tiene que mamar a menudo. No tienes que temer que tu bebé gane demasiado peso o crezca demasiado rápido. Será capaz de regular por sí mismo su hambre y su nivel de glucosa en sangre.
No debes olvidar que, si un bebé mama con frecuencia, esto NO es un signo de que tengas poca leche o de que esta no contenga suficientes nutrientes, sino simplemente un signo de un bebé sano que sabe exactamente lo que necesita. La lactancia materna también conlleva que tú tienes que estar completamente disponible cuando tu bebé te necesite. Por lo general pasarás muchas horas dando de mamar a tu bebé, y probablemente el bebé se quedará dormido mientras mama o justo después. Es normal. Puedes intentar poner al bebé en la cuna o simplemente sentarte y disfrutar del momento y de la cercanía. Es un tiempo absolutamente maravilloso que disfrutarás junto a tu bebé. No dudes en aceptar ayuda práctica de familia y amigos ya que la lactancia materna ES un trabajo a tiempo completo, y, al principio, apenas se tiene tiempo para nada más.
También es importante mencionar que la alimentación con biberón, a menudo, supone el mismo «trabajo». Exige la misma presencia y el mismo tiempo con tu bebé y puede aportar todo lo bueno que tiene la lactancia materna. Por eso no hay nada de lo que avergonzarse ni hay nada malo en dar el biberón, y eres igual de buena madre independientemente de cómo decidas alimentar a tu bebé.
Existen muchos mitos acerca del embarazo y de la lactancia materna a los que hemos intentado dar respuesta en este artículo del blog.
¿Qué ocurre con las relaciones íntimas con mi pareja?
Durante la primera época tras el nacimiento, puede resultar complicado encontrar el deseo y la energía para mantener relaciones con tu pareja. Puede que hayas tenido un desgarramiento durante el parto y que te hayan tenido que dar puntos, que sientas dolor o que simplemente no tengas ganas: es perfectamente normal. Tras el parto, como mujer puedes estar completamente ensimismada con el bebé y, en consecuencia, todos los cambios y las relaciones íntimas con tu pareja puede parecerte algo ingestionable.
Para tu pareja, convertirse en padre o madre resulta igual de difícil. Pueden rugir emociones como los celos, la impotencia o la envidia. Puede ser difícil conciliar tu nuevo papel como madre lactante con tener que ser una pareja sexual. Si estás dando el pecho, puedes sentir que tu necesidad de cercanía ya está satisfecha, ya que tu cuerpo está rebosante de oxitocina, la hormona del placer. La oxitocina es la misma hormona que se genera cuando se mantienen relaciones sexuales. Por ello, algunas mujeres sienten que su necesidad de contacto y cercanía ya está cubierta cuando dan de mamar o cuando están tumbadas piel con piel con el recién nacido.
Tu pareja no tiene necesariamente las mismas necesidades cubiertas ya que no es quien está dando de mamar ni quien está principalmente en contacto con el bebé. Es importante ser consciente y sentir empatía por las necesidades de cada uno incluso aunque resulte complicado. Tu pareja puede necesitar sentirte y tener relaciones íntimas contigo, mientras que tus necesidades están completamente satisfechas estando simplemente con tu bebé. Si fuera este tu caso, puede ser una buena idea intentar dedicar a tu pareja también parte de tu energía y de tu tiempo. No tienen por qué ser necesariamente relaciones sexuales; a veces basta con besarse, abrazarse o acariciarse.
¿Cómo puede ayudar la pareja?
Como pareja de la madre de un recién nacido, puedes sentirte dejado o dejada de lado o descuidado con facilidad. Toda la energía está centrada en el recién nacido, y puede dar la sensación de que no eres lo suficientemente bueno o buena. Es conveniente encontrar algunas tareas que puedas compartir con tu pareja. Por ejemplo, después de que la madre haya dado el pecho al bebé, la pareja puede ser quien se tumbe piel con piel con él. También puede tratarse de cosas más prácticas, como traerle un vaso de agua o encargarse de la colada. Se trata de hacer que la otra persona se sienta vista, escuchada y reconocida. Es importante que la pareja sea consciente de la necesidad de conocer de forma activa al bebé, tanto a solas como contigo. Y es igual de importante que tú, como madre de un recién nacido, le dejes a tu pareja el espacio necesario para ello. Ser madres o padres trata, ante todo, de compañerismo. Cuanto más compartáis, mayor será vuestra sensación de compañerismo, lo que puede beneficiar a vuestra relación.
Si hay hermanos mayores en casa, la pareja puede ser su principal persona de referencia mientras el bebé siga siendo tan pequeño. Ellos también tienen la necesidad de sentirse vistos, escuchados y reconocidos, especialmente cuando ha llegado a casa un hermano o una hermana pequeños. Es importante incluir a los hermanos más mayores en las tareas relacionadas con el recién nacido. Puede ser cambiar los pañales, preparar la cuna, encontrar el chupete o cosas de ese tipo. ¡Te puedo asegurar que les encantará participar!
También puede ser una buena idea hacer un «intercambio», de modo que la madre pueda pasar algo de tiempo a solas con los hermanos más mayores mientras que la pareja se encarga del recién nacido. Como madre de un recién nacido, no es extraño que sientas que estás descuidando a tus otros hijos, porque el bebé acapara la mayor parte de tu tiempo. Es perfectamente normal sentirse así, e irá mejorando a medida que el bebé crezca y te necesite menos. Lo más importante es que busques lo que mejor funcione en tu familia.
Cómo prepararse para la llegada de un bebé: simplemente, relájate
La mejor manera de prepararte para la llegada de tu bebé es relajarte y aprovechar los últimos momentos que te quedan para ti sola para escuchar a tu cuerpo y tus propias necesidades. A menudo oirás a personas decir que debes descansar mientras puedas porque lo vas a necesitar. No es posible dormir con antelación, pero cuando tu embarazo está muy avanzado, a menudo estás muy cansada y exhausta. Por eso debes intentar relajare y disfrutar del tiempo que tienes para ti misma o junto con tu pareja. Pasad tiempo juntas o juntos, salid a cenar, ved una película o haced cosas que sabéis que no vais a poder durante un tiempo.
Simplemente relájate, disfruta de este viaje y no olvides que no estás sola.
Si te has quedado embarazada con la ayuda de esperma de donante de Cryos, nos encantaría saberlo. Notificar el embarazo es muy importante para nosotros, ya que así podemos llevar un seguimiento del número de embarazos logrados con cada uno de nuestros donantes.
Me llamo Julie, soy matrona y trabajo en el Servicio de Atención al Cliente. Soy matrona desde hace 6 años, durante los cuales he acumulado experiencia en numerosas maternidades, incluida una estancia en Uganda. Proporciono al blog de Cryos conocimientos expertos sobre fertilidad, embarazo y parto. Espero ayudarte a acercarte un poco más a hacer realidad tu sueño de tener un hijo.
Julie